“La discapacidad psicosocial permanece invisibilizada en la Comunidad de Madrid”
Publicado por UMASAM | 14/10/2024
El pasado martes 8 de octubre de 2024, la Federación Salud Mental Madrid compareció en la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad de la Asamblea de Madrid, a petición del Grupo Parlamentario Más Madrid, con el objeto de informar sobre necesidades de las personas con problemas de salud mental en la región, la rehabilitación comunitaria del colectivo y exponer las principales reivindicaciones del movimiento asociativo pro salud mental.
Olga Real Najarro, presidenta de la Federación madrileña, puso sobre la mesa datos muy interesantes, incidiendo en que una de cada cuatro personas tiene o tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida y, en el año 2030, la discapacidad psicosocial será la principal causa de discapacidad en el mundo. Ya en el 2022, según la base de datos del reconocimiento del grado de discapacidad de la Comunidad de Madrid, la discapacidad psíquica por “enfermedad mental” aumentaba cuatro puntos, entre los años 2016 y 2022, y ello sin contar a las personas que no solicitan el certificado de discapacidad por problemas de autoestigma y estigma social.
Según la presidenta, los datos son abrumadores pero los recursos son insuficientes. La discapacidad por problemas de salud mental no es suficientemente conocida y permanece invisibilizada en la Comunidad de Madrid, más allá de los y las profesionales especializadas y las personas afectadas por dicha discapacidad. “Para visibilizar las barreras invisibles que vivimos en el día a día, necesitamos siempre de la labor reivindicativa del movimiento asociativo”, agrega.
Olga Real Najarro realizó un balance de esa invisibilidad con ejemplos claros como, la falta de transparencia y datos desglosados sobre el número de personas con el reconocimiento de la discapacidad según la denominación utilizada hasta ahora “discapacidad psíquica por enfermedad mental” en la Comunidad de Madrid, que en 2023 debido al Real Decreto 888/2022 para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad, pasa a estar englobada en el epígrafe de sistema nervioso o función mental.
Reivindicó también, la lucha del movimiento asociativo por conseguir que en el nuevo Real Decreto que regula la figura del Facilitador Judicial se aplique también a la discapacidad psicosocial y no solo a la intelectual o del desarrollo.
Por otra parte, expuso sobre las gestiones realizadas por la Federación Salud Mental Madrid tras comprobar que, en el Proyecto de Decreto y el Anteproyecto de Ley de adaptación normativa de la Comunidad de Madrid a la nueva terminología para referirse a las personas con discapacidad, se excluía completamente al colectivo de personas afectadas por problemas de salud mental, modificando la terminología empleada de “discapacidad psíquica” por “discapacidad intelectual”, recordando que un problema de salud mental no es lo mismo que una discapacidad intelectual. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la discapacidad psíquica abarca tanto la discapacidad intelectual como la discapacidad psicosocial o discapacidad por enfermedad mental (como se conoce habitualmente en la Comunidad de Madrid).
Asimismo, Olga Real Najarro insistió, en una reivindicación histórica del movimiento asociativo, que la rehabilitación debe ser comunitaria, inclusiva y garantizar la participación real y efectiva de las personas con sufrimiento psíquico y las familias en la sociedad y en la toma de decisiones. Además, indica que, desgraciadamente a día de hoy según sea el código postal en el que se reside determina el tipo de atención que se recibe y el acceso o no a determinados recursos. “Desde el punto de vista del movimiento asociativo, la rehabilitación psicosocial implica también tener una red de apoyo, un apoyo mutuo entre pares, entre familias, grupos de atención multifamiliar, básicamente lo que hacemos desde las asociaciones y la Federación”, apunta la presidenta.
En este sentido, reconoce que la Comunidad de Madrid dispone de la Red Pública de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental, que ha crecido y aumentado sus plazas, pero que ofrece unas 7.000 plazas para cerca de 79.000 personas que tienen reconocidas la discapacidad por “enfermedad mental” en la región, lo que es, a todas luces, insuficiente.
“Otra situación en la que nos sentimos invisibilizados es en la Ley de Instrucciones Previas o Planificación Anticipada de Decisiones no se aplica en salud mental”, agrega Real Najarro. Indica que es necesario que se impulse de manera centralizada en la Comunidad de Madrid, este tipo de actuaciones que empoderen al paciente y respeten sus derechos, y den herramientas a los y las profesionales de salud mental.
Además, la presidenta de la Federación madrileña destacó la necesidad que desde el ámbito sanitario se aumenten las ratios de profesionales de psicología y psiquiatría en la Comunidad de Madrid, ya que es alarmante que ante situaciones como una tentativa de suicidio no se disponga de una cita sanitaria hasta pasados tres meses. También ha insistido en las cero contenciones, en una mayor transparencia en el registro de contenciones y los protocolos hospitalarios madrileños ya que deben ser públicos y estar a disposición de la ciudadanía.
Por último, entre otras de sus reivindicaciones, destacó que la discapacidad psicosocial es la que menos acceso al empleo tiene, en relación a la vivienda las ayudas son casi inexistentes, no se cuenta con una Oficina de Vida Independiente en la Comunidad de Madrid (como si la tienen otras discapacidades), la sobrecarga emocional y económica de las personas cuidadoras, y el estigma social sigue siendo muy elevado.
También, Olga Real Najarro, mencionó el colectivo que se encuentra en prisiones, la soledad no deseada que afecta no solo a las personas mayores sino también a adolescentes y niños/as, y por supuesto de la perspectiva de género, ya que las mujeres con problemas de salud mental sufren una doble discriminación (por su género y su diagnóstico en salud mental).
Olga finaliza su intervención en la Asamblea de Madrid recordando la importancia del movimiento asociativo, que tiene muchos años de experiencia, pero que cada vez se encuentra más precarizado con las faltas de ayudas y subvenciones, con procesos sumamente burocráticos y con más trabas, que dificulta la labor de las entidades y ello repercute en la atención al colectivo de personas con discapacidad psicosocial. “Hacemos mucho con muy poco”, resalta la presidenta. El movimiento asociativo pro salud mental en la Comunidad de Madrid está conformado por más de 3.200 familias, más de 90 profesionales y más de 200 personas voluntarias.
Todos los y las Portavoces de los Grupos Parlamentarios (PP, PSOE, VOX y Más Madrid) de la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad de la Asamblea de Madrid, destacaron la claridad de los datos ofrecidos por Olga, así como su brillante exposición.
Se puede ver la comparecencia completa, pinchando en el siguiente enlace: