La Federación Salud Mental Madrid crea un decálogo para velar por los derechos de las personas ante un ingreso involuntario

Publicado por | 15/06/2023

La Federación Salud Mental Madrid explica, a través de una serie de infografías, cuáles son los derechos más vulnerados de las personas con problemas de salud mental que se enfrentan a un ingreso involuntario. Además, recopila a modo de denuncia testimonios de personas que han pasado por esta situación.

La Federación ha elaborado el decálogo ’10 cosas que debes saber ante un ingreso psiquiátrico involuntario’, con el objetivo de velar por el efectivo reconocimiento de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas con problemas de salud mental en relación con los ingresos involuntarios.

Este Decálogo se hizo a petición de Dª Olga Real Najarro, presidenta de la Federación Salud Mental Madrid, ante la necesidad de velar por el efectivo reconocimiento de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas con problemas de salud mental en relación con los ingresos involuntarios.

«Muchos eran los casos que llegaban a la Oficina de la Defensa de la Federación donde por parte de las personas usuarias se narraban experiencias especialmente traumáticas en el marco de los ingresos involuntarios, ante la utilización de contenciones, suministración farmacológica excesiva, ausencia de representación letrada de la persona en la vista de internamiento, en definitiva, restricciones a los derechos más elementales», señala la presidenta. «Era necesario por tanto velar por la dignidad humana de este colectivo tan vulnerable«, añade.

Asimismo, el Comité pro Salud Mental en Primera Persona de la federación, consideraba imprescindible abordar esta cuestión, «por lo que se hizo esta iniciativa en aras a facilitar información necesaria sobre este tema tan importante, con el objetivo primordial de evitar que por desconocimiento de la normativa legal las personas siguieran sufriendo prácticas abusivas y restrictivas de sus derechos».

Decálogo ingresos involuntarios

Decálogo ingreso involuntario 2

El decálogo se ha creado en forma de infografías, con el siguiente contenido:

  1. Ingreso involuntario no es lo mismo que un procedimiento judicial de medidas de apoyo.
  2. El ingreso involuntario es una medida que depende del criterio médico y requiere de autorización judicial.
  3. En casos de urgencia, el responsable del centro médico tiene 24 horas para informar al juzgado.
  4. El juzgado tiene un plazo de 72 horas para ratificar o no dicha medida.
  5. Se realizará un examen personal por el juzgado con el dictamen del médico forense del juzgado.
  6. Tienes drecho a contar con un abogado y procurador de tu confianza o pedirle al juez que te designe un abogado de oficio para esa vista de ingreso involuntario.
  7. Derecho a la práctica de pruebas, derecho a informar al paciente de su ingreso y derecho a conocer los omtivos del ingreso en términos comprensibles.
  8. El auto que ratifique el ingreso ha de ser motivado y notificado siempre al interesado.
  9. El auto es recurrible en apelación ante la Audiencia Provincial en el plazo de 20 días hábiles.
  10. Si se incumplieran cualquiera de estos puntos, el ingreso sería nulo de pleno derecho.
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La realidad de los ingresos involuntarios

Desde la Federación Salud Mental Madrid, se han recopilado testimonios que relatan en primera persona diversas experiencias con los ingresos involuntarios. Estos relatos, ponen de manifiesto las numerosas vulneraciones de derechos que se producen en este ámbito, así como la necesidad de trasladar información sobre los derechos que tienen las personas con problemas de salud mental a la hora de enfrentarse a esta situación.

Uno de los testimonios relata qué sucedió el día en que ingresó de forma involuntaria: «Ese mismo día vino un juez, sin hacerme preguntas me explicó que haría lo que el médico le aconsejaba y autorizaría mi ingreso hasta que el mismo me diera el alta. No se me entregó acta alguna. Mucho menos se me informó en ningún momento sobre mis derechos a representación mediante abogado y si lo sugería me decían que por eso mismo necesitaba estar allí, porque no comprendía que lo que necesitaba era ayuda médica forzada y no un abogado».

Otra persona relata lo siguiente: «En 2016 fui ingresada en la unidad de psiquiatría en contra de mi voluntad por un episodio psicótico no agresivo donde nadie estaba en peligro. Tras recibir el alta pasados unos días, mi familia me llevó a un centro privado donde sin yo saberlo me dejaron ingresar voluntariamente. Cuando pedí irme pasados unos días no me dejaron». En su caso, se produjeron numerosas vulneraciones de derechos: «Me tuvieron totalmente incomunicada de mi familia y seres queridos (sin verlos ni hablar por teléfono) durante casi 4 semanas. No me informaron sobre mi tratamiento, me medicaban con más de 10 drogas al día y nadie me decía para que era. Llamaron a un psiquiatra forense para hacerme una entrevista. Nadie me informó sobre la posibilidad de tener un abogado ni nadie que me ayudase, básicamente no me informaron de mis derechos. El forense determinó que sin alta médica no podía ser libre. Tampoco me informaron sobre la posibilidad de recurrir esa decisión. El centro privado me retuvo a pesar de que yo era mayor de edad y pedí ser trasladada a un centro público. Me tuvieron ingresada casi dos meses en total». Estos hechos tuvieron graves consecuencias a nivel físico y emocional: «Me destrozaron físicamente con medicamentos, a tal punto que tarde casi 1 año en recuperar la movilidad normal de mi cuerpo. A día de hoy sigo sufriendo secuelas emocionales y psicológicas por lo sucedido. Nadie quiso ayudarme ni aceptar que lo ocurrido fue una violación tal de mis derechos humanos» .

Hay otras experiencias que comienzan con un ingreso voluntario que se torna involuntario: «El trato recibido, el estigma desde dentro… Mi experiencia fue terrible. Puse una queja que respondió el gerente del hospital con un ya esperado ‘su percepción no se ajusta a la realidad’. Desearía que mi experiencia sirviese para algo, para que nadie tenga que vivir algo así. Yo ya tengo claro que prefiero morir a volver a pasar por eso».

La federación madrileña cuenta también con testimonios que relatan episodios de contenciones mecánicas, una práctica considerada tortura por la ONU: «Cuando regresan para soltar las sujeciones me empujan directamente a la ducha y sin más explicaciones empiezo a caminar por esa planta de psiquiatría que sería el peor trauma de mi vida y mira que me ha tocado pasar momentos malos en mi vida por los que cualquier persona ni se imaginaría pasar, pero nada supera esta experiencia».

Las familias también denuncian el trato y la atención que reciben sus seres queridos durante los ingresos involuntarios: «Mi mujer está en el psiquiátrico (…) hace 13 días y lo está pasando realmente mal. Está en un sitio demasiado hostil y creo que no se merece tanto castigo».

Estas situaciones, que se dan de forma muy frecuente en España, hace que campañas como la de la federación madrileña sean tan necesarias. «Hace casi 10 años fui internado involuntariamente, durante 3 semanas en el hospital privado (…). He tenido pánico de denunciarlo, y sobre todo impotencia. Sigo considerando que este ingreso (el único que he tenido hasta la fecha) ha vulnerado mi integridad como ser humano, y lo seguirá haciendo el resto de mi vida».